Johann Hari es un afamado divulgador cuyas obras se han publicado en 38 idiomas. Ha colaborado con The New York TimesLe Monde y The Guardian, entre otros.

El autor comienza este título con una historia personal: tras ver a su sobrino Adam enganchado a una pantalla, le propone visitar la casa de su ídolo Elvis Presley, a 6.000 km de distancia, con una condición: desconectar su móvil durante el día. Pero la realidad es que no lo consiguió. Después de la experiencia fallida, Johann Hari se planteó conversar con expertos en la concentración y hacer algo drástico: irse tres meses a una pequeña playa apartada de la gran ciudad, sin smartphone y sin conexión a internet.

El autor resume lo aprendido en una metáfora: durante mucho tiempo hemos dado por sentada nuestra atención, como si fuera un cactus capaz de crecer hasta en los climas más secos. Ahora sabemos que se parece más a una delicada orquídea y que necesitamos establecer nuevos hábitos para cuidarla.

Una parte del libro muestra cómo las empresas tecnológicas y las redes sociales, basándose en las vulnerabilidades de la psicología humana, retienen nuestra atención. Pero, ¿qué podemos hacer a nivel individual? A continuación, hemos resumido algunas lecciones que aprendió Johann Hari, después de volver de su periodo sin pantallas; y cómo las ha puesto en práctica en su vida diaria. Implantar algunos de estos cambios individuales (aunque tengan efectos limitados), pueden ayudarnos.

 

5 hábitos para recuperar la atención

  • Establecer momentos de foco, sin móvil ni internet al alcance
  • Fomentar la divagación mental, con paseos sin interrupciones digitales
  • Proteger las horas de sueño y la desconexión laboral
  • Leer novelas para fomentar la empatía, una valiosa forma de atención
  • Favorecer el juego libre en los niños
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