- El espacio de estudio debe ser siempre el mismo
Para favorecer la concentración es importante que el espacio donde estudie o haga los deberes nuestro hijo sea siempre el mismo. Desde la mesa del comedor del salón o la mesa de estudio de su cuarto. Lo importante es que nuestro hijo asocie un lugar concreto con el estudio.
- El campo visual despejado de distracciones
Si la mesa de su cuarto donde van hacer los deberes y estudiar tiene infinidad de bolis, muñecos, papelitos o peluches, tenemos todas las garantías de que se distraiga fácilmente. Enseñarles desde el primer momento que estos espacios de estudio tienen que estar siempre despejadas porque así se favorece la concentración.
- Tener todos los materiales en el mismo sitio
Si les facilitamos que siempre tengan a mano un pequeño estuche con lápiz, goma, sacapuntas, boli, esto evitará que se tengan que estar levantando constantemente y se distraigan más.
- El móvil fuera de su vista
En este caso, muchos adolescentes insisten en estudiar con el móvil a la vista, con la excusa de que lo necesitan para controlar el tiempo. Sin embargo, este hábito reduce su concentración debido a la distracción constante de las notificaciones. Si lo que realmente desean es controlar el tiempo, podemos ofrecerles un despertador o un reloj de pulsera.
- Enseñarles aplicaciones para favorecer la concentración
Nuestros hijos deben saber que el móvil es un foco de distracción importante en nuestra vida, por eso es necesario tener herramientas que nos ayuden con ello. Una de ellas es Forest, una aplicación gratuita que te ayuda a bloquear el dispositivo durante el tiempo que le marques. Si consigues cumplir ese plazo de tiempo, ganas monedas que el equipo de la app usa para plantar árboles reales donando dinero a su socio Real-tree-planting organization. Con ella, podemos animarles diciendo que con las horas de su estudio sin móviles están ayudando a mejorar la naturaleza.
- Merendar primero
Después de una jornada escolar de ocho horas es importante tener en cuenta que si queremos que rindan y se concentren, hay que hacer un parón antes para coger fuerzas. La merienda es el momento ideal para que hagan un break mental entre colegio y casa y así puedan recuperar energía, socializar con el resto de los miembros de su familia y evitar interrupciones de picoteo durante el estudio.
- Escribir y fijar pequeñas tareas semanales como metas
Es verdad que nuestros hijos traen del colegio los deberes escritos en sus agendas, pero hay otra serie de tareas, como «comprar cartulina», «cumpleaños de Mario», «examen de geografía» que se reparte por la agenda y a menudo se olvidan (y se acuerdan de un día para otro). También hay aspectos de mejora del carácter u objetivos personales que se les dice y no tienen ningún sitio donde apuntarlo. Un ejercicio que les puede ayudar a ordenar todas estas ideas es tener un recurso donde poder escribirlo y visualizarlo dentro de la semana completa.
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