El ciberacoso es el uso de dispositivos, sitios y aplicaciones digitales (como teléfonos celulares y redes sociales), para intimidar, molestar o herir a alguien. Incluye acciones como enviar, publicar o compartir de forma intencional y repetida contenido negativo, dañino o cruel sobre otra persona.
Ejemplos de acoso cibernético incluyen el envío de mensajes de texto o chats hirientes, la publicación de fotos o videos inapropiados en las redes sociales, hackear cuentas y la difusión de rumores crueles en línea.
Si estás tratando de entender si tu hijo es víctima de ciberacoso, piensa si el agresor está siendo hiriente de forma intencional y repetida. Si la respuesta es no, es posible que el agresor deba aprender a comportarse mejor en línea. Si la respuesta es sí, enséñale a tu hijo estrategias para protegerse y tratar de detener el acoso.
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