El impulso de la digitalización ha transformado los recursos formativos, dando mayor protagonismo al dinamismo y a la interacción de los estudiantes con la materia. El uso de presentaciones simultáneas, videos, aplicaciones e imágenes didácticas, facilita la enseñanza, ya que aumenta la implicación de los alumnos en el proceso didáctico, siendo estos los protagonistas y no el docente, como estipulaba la metodología expositiva tradicional.

Gracias a las tecnologías de la información y la comunicación, los centros educativos disponen de nuevas fuentes de información y recursos, permitiendo tanto al alumno como al docente realizar consultas inmediatas. Al mismo tiempo, pueden acceder a canales de comunicación y aplicaciones interactivas, como chats, foros, que complementan otras herramientas como el correo electrónico, procesadores de texto, editores de imágenes, etc.

Ventajas de las TIC en la educación 

Las nuevas herramientas tecnológicas no solo aportan innovación en los centros académicos, también agilizan la transferencia de información, aumentan el interés de los alumnos, y permiten automatizar los procesos, entre otros aspectos a tener en cuenta:

  • Mejora la comprensión. Las actividades que se realizan a través de herramientas digitales e interactivas elevan la comprensión del estudiante y, por ende, este asimila con mayor rapidez los conceptos, potenciando el aprendizaje. Este tipo de herramientas implican al alumnado en un aprendizaje más práctico, con el objetivo de reforzar lo aprendido.
  • Promueve la flexibilidad y autonomía de los alumnos. Las nuevas tecnologías fomentan el aprendizaje autónomo de los alumnos. Con la incorporación de alternativas digitales como cursos online cada estudiante puede aprender a su ritmo, optimizando tiempo y recursos gracias a la flexibilidad que aporta la digitalización y la conectividad.
  • Impulsa el razonamiento crítico. Las diversas fuentes de información que propician las tecnologías aportan nuevos puntos de vista a los alumnos. De este modo, las tecnologías de la información y la comunicación incitan a debatir y aceptar opiniones ajenas. Además, el intercambio de pensamientos, permite al estudiante conocer culturas diferentes.
  • Agiliza la comunicación entre profesores y alumnos. Toda la comunidad educativa tiene acceso rápido a los mismos recursos. De esta manera, las herramientas digitales permiten una interacción directa e inmediata, sin necesidad de estar presente físicamente. Esto fue especialmente importante durante el confinamiento vivido durante la crisis sanitaria de 2020.
  • Aumenta la productividad en las aulas y el trabajo colaborativo. Las nuevas tecnologías en las aulas, concretamente aquellas que permiten tener acceso a contenidos online, mejoran la productividad del aprendizaje, puesto que optimizan el tiempo de instrucción, y gracias a la conectividad alimenta el trabajo colaborativo, gracias a nuevas fórmulas de enseñanza.
  • Estimula la motivación. La incorporación de tecnologías en el aula mejora la motivación de los alumnos, es una técnica rápida y práctica para estimular el estudio de nuevos conceptos. Las herramientas digitales son el soporte comunicativo diario de las nuevas generaciones, por lo tanto, se manejan con facilidad en este entorno.
  • Incorpora nuevos métodos de aprendizaje. Otra de las ventajas de las TIC en la educación es que los profesionales docentes pueden incorporar nuevas metodologías de enseñanza, mejorando así los resultados académicos y fomentando el dinamismo en las clases. Además, su uso implica el desarrollo de las competencias digitales necesarias para evitar la brecha digital.

Desventajas de las TIC en la educación

Las tecnologías no son perfectas, al igual que aportan múltiples beneficios en la educación, también presentan algunos inconvenientes a tener en cuenta:

  • Distracciones y falta de atención. La digitalización supone abrir el acceso sin limitaciones a múltiples recursos y fuentes de información, como páginas web, redes sociales o chats y, por tanto, eliminan la atención de la materia tratada.
  • Exceso de impactos. El uso excesivo e inadecuado, puede llevar al alumnado a una relación compulsivo de las tecnologías puede provocar una incapacidad para controlar el consumo y, consecuentemente, tener efectos adversos sobre la salud, vida social, familiar y académica del estudiante.
  • Reduce el desarrollo de otras habilidades. Prácticas como la escritura, la oratoria y el razonamiento se pueden ver anuladas por la adopción generalizada de la digitalización en los centros académicos. Así ha quedado demostrado en un reciente estudio ejecutado por la Universidad de California. El informe detalla que las habilidades sociales de las nuevas generaciones se basan en el entorno digital, por lo tanto, la comunicación directa personal se puede ver afectada.
  • Consumo de información falsa. Mucha información disponible en internet es falsa o incompleta. Este hecho influye directamente en la alfabetización mediática de los alumnos, especialmente en la etapa educativa correspondiente a la ESO, puesto que la mitad no saben detectar las noticias falsas, así lo afirma un estudio de la Universidad Carlos III de Madrid.
  • Robo de datos personales. Una falta de conocimiento sobre los peligros que suponen los ciberdelitos puede exponer de forma involuntaria datos de los alumnos, especialmente si son menores, por ejemplo, al compartir fotos con desconocidos.
  • Reduce el contacto humano. Con la incorporación de nuevas tecnologías, el proceso de aprendizaje se vuelve más distante y disminuye la relación física con los docentes y compañeros. Como consecuencia, al disminuir el contacto humano, el aislamiento puede aparecer y suponer un obstáculo para el desarrollo personal de los alumnos.
  • Amplifica el acoso escolar. Un tema complejo de tratar y uno de los mayores riesgos es el acoso escolar. La falta de contacto físico puede desembocar en una pérdida de asertividad y un mal uso de herramientas y plataformas online, lo que puede derivar en situaciones de acoso digital.
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