Parece que no podemos vivir sin el móvil. Lo utilizamos para todo. Te proponemos un reto: ¿eres capaz de no mirar el móvil durante un día entero? Te encontrarás con el abismo del “¿y ahora qué hago?”. No temas. Es el espacio perfecto para la creatividad y para encontrarte contigo mismo.

Además, ¿qué recuerdas del verano pasado? Seguramente no sea ni la partida de Fortnite, ni la foto de tu influencer favorita en Instagram. Recordamos solo los mejores momentos, las anécdotas más cotidianas: una charla con tu padre, el olor a tostadas por la mañana, gente a la que has conocido… Corremos el riesgo de que el móvil nos robe todo eso. Las pantallas a veces llenan nuestros tiempos muertos, pero seguramente podemos aprovechar esos tiempos para hacer muchas cosas apasionantes.

Desconectar por un tiempo de las pantallas nos da el espacio para reflexionar sobre quién dirige mi vida: yo mismo o los inputs externos.

Intenta el reto y al día siguiente mira hacia atrás y reflexiona, saca conclusiones y toma decisiones.

Compartir: