Nadie ha dicho que educar fuera fácil, pero más se complica la cosa si los dispositivos tecnológicos campan a sus anchas por nuestros hogares. Tener más pantallas en el hogar que ojos que las vean puede ser un gran desafío si no aplicamos alguna estrategia dentro de nuestro entorno.

Más allá de cambiar las claves wifi y poner el control parental en los dispositivos de nuestros hijos, debemos tomar conciencia de que el uso de la tecnología tiene que formar parte de la educación de nuestros hijos. 

Educar a través de las pantallas puede ser un gran objetivo para los padres con hijos digitales. No tenemos ninguna tradición digital a la que agarrarnos ni tampoco los dispositivos vienen con instrucciones de buen uso. Educar a través de las pantallas requiere reflexión y creatividad a marchas forzadas.

El objetivo sería explicar con ejemplos cómo podemos desarrollar la creación de hábitos tecnológicos saludables para educar a nuestros hijos pequeños adolescentes.

Por ello os exponemos cómo sería el ejemplo:

Objetivo SMART: Reducir el tiempo de exposición de pantallas de mis hijos pequeños y adolescentes en un 50% durante las próximas cuatro semanas.

4 ideas siguiendo las leyes del cambio para educar a nuestros hijos menores y adolescentes en hábitos digitales saludables

Hacerlo obvio: Después de (hábito actual), ellos (nuevo hábito)

Hijos menores: al llegar a casa después del colegio, ducharles o pedirles que se duchen antes de jugar, visualizar los encargos que tenga cada uno en casa en un tablón o cartel donde puedan verlo al llegar y así recuerden colaborar en casa en vez de ir directos a los dispositivos. De esta manera restamos tiempo de consumo de dispositivos entre semana.

Hijos adolescentes: al llegar a casa después del colegio, decirles que hagan los deberes y luego buscar un hueco de conversación con ellos preguntándoles qué tal el día, que es lo que más les ha gustado hacer y contarle tú también lo que has hecho en el día. De esta manera restamos tiempo de consumo de dispositivos entre semana.

Hacerlo atractivo: Después de (hábito que necesitan alcanzar) harán (hábito que les gusta)

Hijos menores: después de haber cumplido tu encargo del fin de semana, puedes ver tu peli favorita. También se les puede motivar a realizar un hábito haciéndolo divertido: para comenzar la rutina de la noche de baños, dientes, pijama, etc., poner siempre una canción o audiolibro y escucharla todos juntos.

Hijos adolescentes: después de hacer los deberes, puedes usar la videoconsola antes de cenar los fines de semana.

Hacerlo sencillo: busca la versión del nuevo hábito que se realice en solo 2 minutos

Hijos pequeños: crearles en un rincón de la casa un espacio de juegos, libros y manualidades muy atractivo y quitarles de ahí cualquier dispositivo electrónico.

Hijos adolescentes: usar el parking de móviles para facilitarles comer sin el dispositivo delante o cuando tenemos reuniones familiares, ayudarles a quitarse distracciones sugiriéndoles evaluar qué cuentas podrían dejar de seguir en RR.SS. que ya no les aportan como antes, o pedirles que apaguen el móvil 1 hora antes de dormir.  Saca más ideas de nuestra página Moderar tiempos de uso de dispositivos

Hacerlo satisfactorio: fomentar el elogio y potenciar las recompensas 

Hijos pequeños: fomentar el refuerzo positivo mediante el elogio en voz alta les ayuda a ganar seguridad y tener confianza en que han alcanzado sus metas mediante su esfuerzo. Aprovechar las cenas para comentarlo en alto. ¡Qué bien lo está haciendo Pablo esta semana que no ha pedido el móvil a mamá!

Hijos adolescentes: hacer registro visual de cómo ha ido llevando el objetivo de reducir el consumo del móvil. Si lo ha conquistado, premiarlos con una hora más de quedar con las amigas o practicar su hobby favorito.

Estas son solo algunas propuestas que cada uno pueda aplicar adaptándolo a las necesidades concretas de su familia. La clave está en descubrir cómo llevando a cabo pequeños hábitos de manera continua podemos conquistar aquellos objetivos que buscamos en la educación de los hijos.

Compartir: